La fiebre enmascarada continúa

Los Straitjackets ofrecieron la noche del jueves un soberbio concierto en la sala El Sol de Madrid.

Con un lleno absoluto, los enmascarados de Nashville interpretaron una selección de lo mejor de su repertorio. Aunque su discografía es esencialmente surf instrumental, se centraron en los temas de su Twist Party!!! publicado el pasado año. En dicho album, dejan de lado el surf ortodoxo para crear un disco de twist y rock and roll al más puro estilo de los primeros años sesenta. Para la ocasión, cuentan con la colaboración del cantante y saxofonista Kaiser George, que además ejerció como maestro de ceremonia durante el concierto.

La guinda del pastel no podía ser más dulce y además con forma de mujer. O de mujeres. Las tres bellas Pontani Sisters, añadieron a la actuación un toque de picante erotismo con sus sugerentes y divertidos bailes.



Pegadizas canciones como Kitty Kat, Foot Stomp, Twistin' in the Rain (con las Pontani Sisters bailando con paraguas de los que cayó una lluvia de brillantina al abrirlos), The Daddy-O, Twistin' Gorilla (con un orondo personaje disfrazado de gorila acosando a Kaiser George) o la propia Twist Party, que abría y cerraba el espectáculo, se intercalaron con temas instrumentales de los anteriores discos del grupo en los que los guitarristas Eddie y Daddy-O sacaban todo el partido de sus guitarras DiPinto con todo tipo de efectos y florituras entre las que destaca la versión del Run Chicken Run del mítico Link Wray.

Ya en los bises, fuimos testigos de un espectacular solo de batería que nada tiene que envidiar de los baterías de las grandes bandas del género, como los Ventures o los Surfaris.

Un concierto completísimo y muy divertido que fascinó a todos los presentes. ¡Viva los Straitjackets!



(Las fotos, como de costumbre, han sido tomadas por tnarik)

Luchadores enmascarados en el extrarradio madrileño

Este año las fiestas locales de Coslada han proporcionado una inesperada sorpresa: una velada de lucha libre al más puro estilo del que disfrutan en el continente americano.


Sin pensarlo, asistimos con el deseo de ver un espectáculo digno de lo que nos prometía el cartel, con una insuperable imagen de un luchador enmascarado realizando un vuelo imposible bajo el lema "Deporte + vida sana = salud".
El lugar elegido fue un pabellón de fútbol sala apenas se llenó a la mitad. Música de Rammstein para ir calentando el ambiente y por fin, con casi una hora de retraso, comenzó el espectáculo.
En primer lugar nos presentan al enmascarado Italian Dream, acompañado de una bellísima alemana llamada Nikita. Se enfrentarán al japonés Makoto y a su compañera croata.
A pesar de que la gente no conoce a ninguno de ellos, dejan claro desde el primer momento a quien deben animar. El italiano y la alemana se ganan la confianza del público, mientras que a Makoto le toca jugar a ser el malo y recibir los abucheos del público.
Sobre el ring, los contrincantes muestran una impresionante habilidad, realizando saltos, volteretas y fintas que hacen la delicia de los presentes. Lo único que les falta es algo de velocidad, sobre todo a la hora de golpearse, hecho este último que hace dudar a algunos de que realmente se estén pegando.


Afortunadamente, y a pesar del castigo que ha recibido la bella Nikita, los buenos ganan y realizan una vuelta al estadio dando la mano al público.
La historia se repite en un uno contra uno entre Bako y el chulo Crazy Sexy Mike que tardó apenas cinco segundos en ganarse el odio de todos mostrando el dedo corazón erguido. El público estaba cada vez más entregado y el hecho de que al final ganara Sexy Mike hizo que explotara la grada en gritos hacia el luchador.


Después un combate entre un noruego y un dominicano que debía ganar el dominicano, porque el noruego era muy malvado. Todo parecía pintar bien para el caribeño, pero en el último momento salta al ring un amigo del vikingo llamado Chico y deja KO al bueno. Pero la cosa no quedaría así y otro dominicano, el gran Dinámico, haría su entrada para acabar con los malos y adjudicar la victoria por descalificación a su compatriota.
El último enfrentamiento nos traería de nuevo a Dinámico, al que ya admirábamos, haciendo pareja con el canadiense Starbuck contra el malo que saltó antes al ring y un amigo suyo igual de malo. Durante el combate el canadiense fue golpeado contra uno de los postes de las esquinas del ring y desapareció momentáneamente bajo la lona para reaparecer con la frente ensangrentada.

Al final los cuatro luchadores acabaron dentro del ring a la vez, provocando que el combate fuera anulado por el juez-comentarista, aunque siguieron pegándose hasta que ganaron los buenos en medio del fervor del público que no quedó decepcionado por el espectáculo.
Para ver un reportaje gráfico detallado, no duden en visitar el flickr del señor tnarik, autor de las fotos que ilustran este artículo.

La enfermedad convertida en arte

El dermatólogo José Eugenio Olavide fundó en 1882 un museo que reunía figuras de cera utilizadas para impartir clases sobre enfermedades cutáneas. Desde la lepra a malformaciones fetales, se recogen todos los males conocidos (incluso alguno desconocido, "sin diagnóstico") de la época. Resulta paradójico que representaciones de enfermedades de la piel que son posiblemente las más antiéteticas se conviertan en piezas de museo. Un museo de lo feo y lo malo y, para el visitante ocasional, del morbo, a fin de cuentas. Algunas de estas piezas se podrán contemplar en el Centro Cultural San Antón de Granada del 11 al 18 de junio. Entre ellas se encontrarán las dos que ilustran este artículo.





Y no duden en visitar el catálogo completo del museo donde se encuentran piezas realmente sorprendentes. Despues de ver esto no se volverán a olvidar el protector solar cuando vayan a la playa.