Universo yanki

El primer tomo de la edición española del crossover marveliano "Aniquilación", publicado por estas tierras durante 2007 se puede resumir a grandes rasgos de la siguiente manera:

En los confines de la galaxia, aparece una invasión venida de la Zona Negativa y que pretende arrasar nuestro universo. El lugar elegido para comenzar dicha invasión es un campo de energía que se utiliza para alimentar una carcel que encierra a los delincuentes capturados por el Cuerpo Nova (Los Green Lantern Corps de la Marvel), que tiene su base de operaciones en Xandar, no lejos de allí. Los invasores arrasan la cárcel y sólo sobreviven Drax y una chica norteamericana que le acompaña. Los invasores llegan a Xandar, lugar que dejan totalmente destruido, matando de paso a todos los miembros del cuerpo Nova, sobreviviendo únicamente Richard Rider, el miembro norteamericano del Cuerpo. Drax y su compañera llegan a Xandar y encuentran a Richard; juntos buscan una nave para huir. Llegan a otro planeta, pero pierden el control de la nave y son salvados por Quasar, un norteamericano que tiene unos brazaletes que le otorgan un poder similar a (una vez más) los Green Lantern de la Distinguida Competencia.



Aparte de ver que las dos grandes editoriales de superhéroes no se ruboriazan a la hora de plagiar los conceptos de su rival, me maravilla el hecho de cómo en la cultura pop americana ese ombliguismo de ser los yankis siempre el centro de todo lo que sucede queda tan natural. Da igual que vayas al desierto del Gobi, a la selva amazónica o a la galaxia de Andrómeda: siempre encontrarás un compratiota norteamericano y la gente se dirigirá a ti en un correcto inglés.

Sería fantástico ver esa actitud aplicada al pop español, ver como un valeciano viaja a otro planeta y que allí se encontrara con un sevillano y juntos detuvieran a Galactus. Y no debería resultarnos extraño porque sabemos que cuando los yankis llegaron a todos esos sitios ya había allí un gallego.